L. ALZOLA Como dinosaurio y ardilla. Así describe Gumersindo Lafuente la relación entre los medios tradicionales y los nuevos. Ambos viven, según el director adjunto de El País, en un ecosistema en el que las grandes estructuras están perdidas. Un hábitat en el que los nativos de la red se mueven rápidamente de aquí para allá encontrando oportunidades mientras los grandes "holdings" de medios, o se aligeran y vuelan, o mueren.
En Café & Periodismo las 18.00 de la tarde el moderador Millán Berzosa comenzaba el debate preguntado por el retraso de España a la hora de integrar las redes sociales en los medios tradicionales. Tras la previsible negación de los ponentes, Rosalía Lloret, de Unidad Editorial, explicó que "hay de todo"; medios tradicionales aletargados y otros, que se mueven. Con sus palabras: "dinosaurios y otros, también dinosaurios, pero que hacen aerobic".
El "culpable" de esta dialéctica animal, Gumersindo Lafuente ("Sindo", pudimos oír en los pasillos), ponía énfasis en la necesidad de ser inconformistas. "Mientras se habla, las cosas están cambiando" dijo convencido, y añadió "es verdad que nos lleva a una situación de incertidumbre pero yo no la cambio por ninguna seguridad". Ignacio Escolar por otra parte, apuntó que las redes sociales han provocado la desaparición de la mentira y de la manipulación del "total de calle" para pasar a someterse al control de los usuarios: "ahora los redactores nos vienen consternados porque en el comentario 43 un lector les ha llamado la atención por un error".
La iniciativa del público ha sido vital para avivar el debate. A la pregunta "¿pueden ser las redes sociales un peligro para el Periodismo?" le siguió un: "hasta un teléfono podría ser utilizado de mala manera. Estrangulando con el cable a alguien". Respuesta estelar de Ignacio Escolar que pretendía explicar que las herramientas son neutras y lo peligroso, en cualquier caso, las personas que están detrás.
Cómo no, Javier Piedrahita no dejó escapar la oportunidad de hacer preguntas a bocajarro a los participantes del café de la tarde y el "los que vemos las cosas en Facebook y Twitter ya no compramos el periódico porque lo tenemos todo visto de ayer" no podía faltar. Pero para Gumersindo Lafuente ese es un debate teórico superado. "No podemos competir con las redes sociales en rapidez" dijo refiriéndose a los dinosaurios como el periódico en el que trabaja. "En la redacción de El País estamos intentando dar lo mejor que tenemos, con los mejores profesionales y contando continuamente con las redes sociales" añadió.
Desde el público, el director del semanal "Gente" invitaba al debate sobre el pago de los contenidos digitales. Una vez más, hablando de ecosistemas, preguntó: ¿pueden los dinosaurios sacar rentabilidad mínima en la edad digital? Escolar fue directo: "no tienen ninguna posibilidad de comprar por internet pero tienen mi simpatía". Lafuente, tras tachar este debate también de aburrido, confesó su obsesión por "encontrar un proyecto sostenible tan atractivo que funcione como modelo de negocio". Rosalía Llorente coincidía con el periodista de El País y añadía que" los medios estarían locos si no buscaran nuevos modelos".
También hubo tiempo durante las dos horas que duró el café caliente para preguntas ácidas del público como: "¿un periodista puede hacer con su cuenta personal lo que quiera sin que afecte al medio?" La alusión al "caso Vigalondo", periodista despedido por El País por sus comentarios en Twitter, despertó a última hora a varias filas de asistentes cansados. Gumersindo Lafuente lo tuvo claro: "se puede hacer lo que uno quiera, pero un medio de comunicación que entrega su imagen a una persona espera que ésta la trate bien. Es una torpeza para él, una torpeza por el contrato que firmó de cesión de la imagen". El periodista de El País cerró la polémica con un "es sentido común y, ¡chico, la vida es así!"
La que no hizo mutis por el foro, pero casi, fue Bárbara Yuste. ¿Por qué?
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