Gumersindo Lafuente lleva en el periodismo desde 1977, pero en el año 2000 su carrera dio un giro (de cuántos grados, no especificado) y decidió dedicarse a la Web del periódico donde trabajaba: El Mundo. Actualmente es director adjunto de elpais.com. Dos grandes del papel que se enfrentan al mundo 2.0… y Lafuente encabeza el viaje. Los resultados han sido muy favorables, pero él mismo asegura que aún queda mucho por mejorar.
Los medios tienen que aspirar a estar en medio de la conversación. Lo que tienen que hacer, ya no los medios, sino los periodistas, es estar en las redes sociales, participar en ellas. No sólo tenemos que emitir información desde las redes sociales, sino también hacer un seguimiento de las historias en estas. Porque muchas veces la gente comenta en las redes una historia y acaba dando datos que complementan esa información, y que los periodistas podemos utilizar.
¿Por qué cree que hay (o parece haber) cierta desconfianza hacia los medios tradicionales en favor de internet? Por ejemplo, el caso de Wikileaks. Miles de personas han decidido filtrar sus documentos en una Web, en vez de en medios tradicionales.
Wikileaks facilita a las personas subir documentos a la red de manera anónima y después los hace públicos. Los periódicos siguen obteniendo filtraciones e información de fuentes anónimas, pero es verdad que en el nuevo ecosistema, hay otras posibilidades. Y para determinadas cuestiones, estas posibilidades ofrecen, a algunas personas, más garantías. Wikileaks se ha convertido en una fuente para los medios tradicionales. En realidad, la nueva tecnología influye, pero todo funciona como ha funcionado siempre.
Así que no lo ve como una desconfianza, sino como una facilidad.
Sí, sí que puede haber una parte de facilidad y otra de desconfianza.
Durante la charla ha dicho que los periodistas se encontraban antes en una posición de privilegio, de monopolio. Ahora esto se les ha acabado. ¿Piensa que algunos que rechazan a las redes sociales lo hacen a causa de un ego u orgullo herido?
Puede ser. Yo pienso que quien quiera ser un buen periodista tiene que saber cómo funciona internet, tiene que estar presente en ese nuevo mundo, tiene que saber conversar en él y escucharlo; porque si no, se está perdiendo una parte de la realidad. Internet no es virtual; internet es cada vez más real. Y uno de los grandes trabajos del periodista es estar cerca de la realidad. Si no ve esa parte de la realidad, no está haciendo bien su trabajo.
Usted trabajó en elmundo.es y ahora está en elpais.com. ¿Cuál es la diferencia entre estos dos diarios a la hora de integrarse en el mundo 2.0?
Yo estuve en elmundo.es hasta 2006 y en ese momento todo este mundo de las redes sociales apenas comenzaba. Entonces nos proponíamos otros retos. Hicimos un trabajo que a mí me pareció interesante puesto que conseguimos colocar a elmundo.es como líder absoluto a nivel mundial en español de la prensa en pantalla. Ahora es una época diferente, en una cabecera distinta, en una empresa muy diferente. Es un momento igual de apasionante que el anterior, pero con unos ingredientes diferentes. La experiencia anterior sirve, te ayuda en muchos sentidos. Pero necesitas planteamientos nuevos.
¿Y ahora cuál es el máximo reto para El País?
El máximo reto es hacerlo bien utilizando todos los elementos que tenemos a nuestra mano. Y ahora las redes sociales son sin duda un punto muy importante que abordar.
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